Fumar daña la salud mental, además de la salud física.

La mayoría de nosotros entiende el daño que causa en nuestro cuerpo el fumar cigarrillos. La evidencia es abrumadora. Las estadísticas son indiscutibles y aterradoras. Las fotos son asquerosas. Y más importante aún, la mayoría de nosotros tenemos un miembro de familia o un amigo cuya vida terminó antes de tiempo por causa de este hábito. El cigarrillo es la primera causa de muerte, que se pueda evitar.

¿Sabías que además es peligroso para tu salud mental?

Los cigarillos contienen más de 4,000 químicos diferentes – muchos de los cuales son conocidas toxinas y carcinógenas. Entre ellas se encuentran el monóxido de carbono, el amonio e incluso arsénico. Sabiendo esto, no debe sorprender que en fumadores de larga data, estas sustancias químicas con el tiempo, puedan dañar algunas áreas del cerebro.

El consumo habitual de cigarrillo está ligado a problemas con la memoria a corto plazo y la memoria prospectiva. También se ha demostrado que daña las funciones generales del cerebro. Estas son sin duda los aspectos más importantes de la función cerebral cuando se trata de poder completar las tareas de la vida diaria de manera independiente. Al estar deterioradas, el cerebro parece envejecer antes de tiempo.

En un estudio reciente, investigadores de la Universidad de Northumbria encontraron que las personas que fumaban con mayor frecuencia experimentan mayor dificultad con la memoria prospectiva en comparación con aquellos que no. Este efecto se agrava en sujetos que fuman cigarrillos y beben en exceso. Esto sugiere que combinar ambos elementos puede tener un efecto sinérgico. En lugar de añadir las dificultades de memoria el uno al otro, nuestro cerebro parece multiplicarlos.

La memoria prospectiva se refiere a nuestra capacidad de recordar el llevar a cabo una actividad planificada. Es lo que nos ayuda a recordar los cumpleaños, adherirnos a un horario, y terminar nuestra tarea a tiempo. Una buena memoria prospectiva es lo que nos hace confiables. Es verdaderamente importante en casi todos los aspectos de nuestra vida cotidiana.

Recientes investigaciones que vinculan el tabaquismo con la pérdida de la memoria, han determinado que los efectos van más allá que los causados en el fumador activo. El tabaquismo pasivo, o la inhalación que ocurre cuando simplemente nos paramos junto a alguien que está fumando cigarrillos, ha demostrado causar problemas cerebrales y en la salud general también. Desde hace un tiempo es conocido que el tabaquismo pasivo, también llamado humo de segunda mano, puede causar problemas pulmonares y cardiovasculares. En la actualidad es cada vez más claro que puede dañar nuestra capacidad de memoria, también.

Tomar la decisión de dejar de fumar es una hazaña increíblemente valiente. También es sumamente difícil. Los síntomas de abstinencia son fuertes. La mayoría de las personas que dejan de fumar describen que sienten irritabilidad, ira o ansiedad durante los primeros días.  Presentan dificultad para pensar. Sienten gran ansiedad por la comida y el tabaco. Luego, los síntomas disminuyen progresivamente y el cuerpo y la mente empiezan a recuperarse.

Cuando dejas de fumar, tu corazón y tus pulmones se regeneran sorprendentemente rápido. Tu cerebro también se hará más fuerte. Cuando dejas de utilizar la nicotina, la corteza cerebral se engrosa. Imitando de es+ta manera el efecto de envejecer, pero a la inversa. En esencia, tu cerebro será más joven mientras que tu cuerpo será más saludable. Si acostumbras a fumar cerca a tus seres queridos, ten en cuenta que su salud mejorará también.

Si te preocupa tu memoria pero aún no estas listo para dejar de fumar, quizás desees considerar utilizar un cigarrillo electrónico. Sustituir el tabaco tradicional por este dispositivo ha demostrado mejorar la memoria prospectiva. Sin embargo, desafortunadamente se sabe muy poco acerca de las consecuencias a largo plazo de esta nueva tecnología. Aquellas personas que tengan la capacidad de dejar de fumar por completo deben tomar esa ruta sin dudarlo.

«Dejar de fumar es la cosa más fácil del mundo», escribió Mark Twain. «Lo sé porque lo he hecho miles de veces.» Deja de fumar por un día. Utiliza parches y chicles. Visita un doctor. Únete a un grupo de apoyo. Deja de fumar una vez, dos veces, o un millón de veces. Sólo empieza ahora.

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