13 cosas que no sabías que pueden desencadenar un ataque cardíaco

¿Llevas un estilo de vida que aumenta tus probabilidades de sufrir un ataque cardíaco? Aunque pueda parecer que las circunstancias que están fuera de tu control son los factores principales en los ataques cardíacos súbitos, de hecho, es posible que desencadenes un infarto a causa de una serie de decisiones inadecuadas que tomas cada día. Lo más importante es que sepas cómo disminuir tu riesgo de sufrir un ataque cardíaco de un modo saludable y natural. A continuación, te presentamos factores desencadenantes comunes (aunque poco conocidos) de un ataque cardíaco, y los consejos que puedes usar para contrarrestarlos.

13 desencadenantes de un ataque cardíaco (y sus soluciones)

Estos disparadores pueden afectarte durante un largo periodo o en un instante. En cualquier caso, aquí están las cosas que necesitas tener en cuenta.

1- Clima frío

Cuando salimos al frío a palear, por ejemplo, nuestras arterias tienden a estrecharse. A medida que se van haciendo más pequeñas, el corazón necesita hacer trabajo extra para continuar empujando la sangre a través de nuestro cuerpo para mantenernos calientes. Si el corazón es forzado a trabajar en exceso en un día determinado, podrías terminar siendo un ángel de nieve. Literalmente.

Solución: vístete como corresponde según el tiempo, no importa cuán ridículo o inflado puedas lucir con la parka de tu abuelo y esas botas toscas. Cavar y palear son labores arduas y agotadoras, y envían a 11,000 personas al hospital cada año, 7% de las cuales tienen problemas cardíacos (y la mayoría de ellos son ataques cardíacos).

2- Enfermedad periodontal (enfermedades de las encías)

Esta infección puede causar que las bacterias ingresen al torrente sanguíneo. Una vez que se encuentran en la sangre, las bacterias se adhieren a los depósitos grasos en los vasos sanguíneos, lo cual puede provocar la coagulación y ocasionar un ataque cardíaco.

Solución: comienza a limpiar con hilo dental tus dientes. Mucha comida queda atrapada entre tus dientes y encías, y el uso de hilo dental ayuda a reducir el riesgo. Algunos remedios caseros naturales, como hacer gárgaras con agua con sal o el “oil pulling” (enjuague con aceite), también contribuyen a eliminar las infecciones que pueden llevar a sufrir un infarto.

3- Falta de sueño

Dormir poco a diario puede hacer que te sientas cansado y miserable, e incluso puede incrementar tu riesgo de tener un ataque cardíaco. De acuerdo a un estudio, dormir menos de 6 horas a la noche puede duplicar tu probabilidad de sufrir un infarto en comparación con las personas que duermen hasta 8 horas.

Solución: los horarios de cada persona son diferentes, entonces puede ser difícil encontrar un hábito de sueño que sea el más conveniente para ti. Pero intenta hallar algo (por ejemplo, yoga) para dormir lo que tu cuerpo necesita. La falta de sueño puede resultar en un aumento de la presión sanguínea y de la inflamación, por lo que unas horas más de sueño pueden ayudar mucho.

4- Una comida abundante y pesada

Imagina si 26 horas después de que comiste tu comida favorita, tu corazón se detiene. Los estudios revelan que los ataques cardíacos pueden ocurrir dentro de poco más de un día después de consumir una comida copiosa. Los investigadores dicen que esto podría deberse a un incremento de los niveles de noradrenalina, una hormona que puede incrementar la frecuencia cardíaca y la presión arterial.

Solución: ¡No comas tanto, ni tan rápido! Para empezar, prueba e incorpora porciones más saludables en tu cocina diaria. Y si eres alguien que ya come saludable, siempre hay espacio para comer de modo más inteligente.

5- Contaminación del aire y gases emitidos por los automóviles

Las emisiones de los escapes de nuestros vehículos liberan partículas minúsculas que pueden causar daño a nuestros corazones. Los investigadores encontraron en el combustible diésel, específicamente, partículas que incrementan nuestro riesgo de coagulación, el cual es conocido por producir infartos.

Solución: la solución para este factor desencadenante es simple en teoría, pero más complicado de lo que puedes pensar. Utilizar energía alternativa (o verde) en materia de transporte sería fantástico para nuestro planeta y para nosotros. Algunas cosas que puedes hacer es compartir el automóvil, usar la bicicleta o tomar el transporte público.

6- Emociones fuertes (negativas o positivas)

Las emociones polares opuestas pueden afectar negativamente tus impulsos eléctricos cardíacos. Este incremento involuntario en tu frecuencia cardíaca y en tu presión arterial puede llevar a que sufras un infarto. Una investigación reciente sobre el dolor ha revelado que el riesgo de una persona de tener un infarto es mayor durante las primeras 24 horas posteriores a experimentar una gran pérdida. Con tales impactos inmediatos, saber cómo responder es vital.

Solución: practica una respiración profunda porque esto puede ayudar a calmar tu ritmo cardíaco en momentos de emociones intensas. Comprendemos que algunas cosas sucederán y denotarán reacciones inmediatas e inconscientes, que pueden ser buenas o malas. En esos momentos, una red de apoyo confiable (por ejemplo, amigos, familiares, consejeros) realmente pueden ayudarte a atravesar o superar aquellos sentimientos intensos.

7- Alimentos enlatados o procesados

En estos alimentos, el sodio es lo que deberías vigilar. El contenido de sodio en estos productos tiende a ser extremadamente alto. Si comes alimentos procesados y pre-envasados con frecuencia, puedes estar poniéndote en riesgo de tener una presión arterial elevada, lo cual puede conducir a infartos o a derrames cerebrales.

Solución: puedes estar observando las grasas, calorías y carbohidratos de tus comidas, lo cual es bueno. No dejes de hacerlo. No obstante, reducir el consumo de sal es tan importante (o incluso más) como controlar el aporte de los otros nutrientes. De hecho, el tipo de sal también importa, así que asegúrate de hacer tu investigación.

8- Jaquecas (o migrañas)

Si eres una víctima de los dolores de cabeza o migrañas en una etapa temprana de tu vida, la probabilidad de experimentar un ataque cardíaco se incrementa en el futuro. Los investigadores sugieren que las personas que perciben las auras (ver, oír, o sentir cosas con un dolor de cabeza) tienen un vínculo más fuerte con los problemas cardíacos.

Solución: existen remedios naturales, tales como aceites esenciales o bebidas caseras que pueden ayudarte a combatir las migrañas. También puedes realizar algunos estiramientos para aliviar tus dolores de cabeza.

9- Levantarte de la cama

Esto suena aterrador porque es algo que hacemos (y tenemos que hacer) todos los días. Pero cualquiera sea la razón, los ataques cardíacos ocurren más en la mañana que en ningún otro momento del día. Cuando nos despertamos, nuestros cerebros nos inundan de hormonas. Aunque esta es una respuesta corporal natural, puede ejercer presión en el corazón. Y después de una noche entera durante la cual nuestros cuerpos pierden hidratación, podemos despertar deshidratados, lo cual a su vez incrementa la carga de trabajo del corazón.

Solución: asegúrate de que obtienes un buen descanso nocturno para que cuando sea hora de despertar, no estás apresurado e inmediatamente estresado. Otra cosa grandiosa para hacer es beber un vaso de agua antes de irte a dormir.  Puedes dar un paso más y llenar otro vaso más con agua y colocarlo en tu mesita de noche para que puedas rehidratarte a primera hora de la mañana.

10- Resfrío o gripe

Si estás atravesando por una gripe o un resfrío, tu sistema inmune vulnerable puede luchar intensamente contra el virus. Desafortunadamente, a veces esta pelea puede conducir a una inflamación que daña a tus arterias y corazón. De acuerdo a algunas investigaciones, si tienes una infección respiratoria, tu probabilidad de sufrir un infarto se incrementa 2 veces. Sin embargo, después de que te has liberado de la gripe o del resfrío por un par de semanas, tus niveles de riesgo descienden nuevamente.

Solución: una manera posible es intentar ver a qué cepa gripal eres susceptible. Otras veces, no importa lo que hagas, terminas enfermándote, pero los remedios caseros que utilizan canela y limón, o la sopa de jengibre y ajo, pueden ayudarte a combatir esas enfermedades rápida y naturalmente.

11- Alcohol

Una copa de vino tinto puede tener maravillosos beneficios sobre la salud y el corazón, pero si bebes demasiado, esto puede dañar tu corazón. Beber en exceso puede elevar tu presión arterial, tus niveles de colesterol y tu peso con el tiempo. Si no monitoreas estos tres factores, podría producirse un daño cardíaco y, posiblemente, un ataque cardíaco. Otro estudio observó los efectos a corto plazo del consumo excesivo de alcohol y encontró que incrementa las posibilidades de sufrir un infarto en una semana.

Solución: ¿La respuesta simple? Bebe menos alcohol. Existen muchas bebidas sin alcohol que son deliciosas, refrescantes y beneficiosas para tu salud.

12- Esfuerzo físico intenso o inesperado

No cabe duda de que el ejercicio es positivo para tu salud global. Pero fijarse objetivos de entrenamiento poco realistas, con poca preparación física o mental, puede ser un despertar brusco. La actividad física repentina y extenuante puede llevar a un ataque cardíaco. Algunos ejemplos de estas actividades incluyen la práctica de deportes, correr, cazar y la actividad sexual.

Solución: tu ambición es genial y esperamos que nunca la pierdas. Pero cuando se trata de tu salud, la seguridad siempre viene primero. Si estás jugando con tus niños o quieres empezar a ejercitarte otra vez, hazlo progresivamente y trabaja para llegar donde quieres estar. Llegarás allí con paciencia y persistencia (y, probablemente, con mucho sudor).

13- Asma

La investigación sugiere que las personas que sufren de asma y toman medicación para esto a diario tienen un riesgo mayor de sufrir un ataque cardíaco. Los factores que incrementan el riesgo de asma son similares a aquellos que aumentan tus probabilidades de experimentar un infarto. Incluyen el hábito de fumar y la contaminación del aire.

Solución: presumiblemente, no fumar es la mejor cosa que puedes hacer para prevenir los ataques de asma y el desarrollo de cáncer. Cuídate de no estar expuesto al humo, a los venenos en el aire, y otros contaminantes del aire.

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